Acusación apresurada. «Rojo yo» Soy las estelas de un mar de deseo que se interrumpen con.el alma quebrada por lo que se supone que un día debería ser. Bien, ya no me acusa la prisa ni la ansía cuando mis piernas pueden correr o caminar, cuando mis pulmones pueden expandirse o puedo diferenciar colores .Sigue leyendo «Acusación apresurada»