De la idea a la acción, de lo difícil o a lo aprendido, donde el dolor rasga pero no puedes expresarte… hace tiempo aprendí, que el mundo no lo quiere: ni dolor ni penuria, solo la victoria del que a pesar de ese dolencia todo se ha superado. ¡ojo con la lástima! ¡Cuidado con la tristeza! Te advierto… no tiene cabida aquí. Y por lo que sé, he ido acompañando el dolor, de cada silencio, de cada explicación sin respuesta, de cada evadir en el tiempo sin la palabra correcta. Estoy aquí. Donde un día comencé y nadie sabía. Donde todo fue difícil y me sabieron. Donde nada es lo que parece por un camino en el que si no eres tú, tienes más salida. ¿Qué camino escoger?
Me mostré capaz, digna de ser y ser llamada. El imperio es ahora mi cumbre donde algunos, aunque sea un pequeño círculo, ya sabe de mi. ¡CUIDADO! Hoy estoy desanimada, la pregunta y la respuesta está ahí, cuando no hay una figura. La explicación puede ser entendida, pero no reiterada, aunque para ello, se necesite un proceso. Proceso, que para ello, dicho de muchas bocas, es mejor si te acompaña un terapeuta.
¡Qué bonita es mi cumbre! lluvia de ‘me gusta’, comentarios por doquier. Debes ser agradecida no vaya a ser… cuidado, estoy feliz, pero en lo que va de día, algo ha entorpecido mi felicidad. ¡CUIDADO! Hoy te han visto feliz… ronda la pregunta, porque casi somos una «familia internauta», lo cuento o no lo cuento… voy a pasar mucho tiempo sin publicar… lo hago o no lo hago… es mejor dejarlo pasar. Y lo guardo ahí abajo, donde nadie puede verlo, donde nadie me puede juzgar o decirme lo que tengo que hacer, en su lugar he puesto una sonrisa…
SOY LUCHADORA, y no les falta razón. Pero también soy dura, resistente, fuerte, capaz, no casa contigo que estés así, ¡TEN CUIDADO CON LO QUE DICES Y MUESTRAS! ¿Has mirado bien detrás de tus gafas? y ¿Dentro de ti?…
Desde que soy entendedora de la sociedad internauta que he creado, ya me he dado cuenta que no soy lo que lucho, sino el poder que desprendo, lo que consigo, como trato a las personas y cómo me dejo ver al contrario… ¡HAS FALLADO! ¡NO ERES COHERENTE!
Y entonces acudo a mis escritos, a mis dibujos y a mi propias palabras bien dichas, donde fueron bálsamo para mi, pero un número olvidado, una publicación más entre otras, y me doy cuenta que el trayecto es, una vez más, desde la persona que se refleja. Pueden verte de una manera y ser de otra pero cómo no seas eso que reflejas… AQUÍ NADIE TE QUIERE…
finalmente me encuentro sabiendo, más no cómo afrontar esos decires de los que toda brecha acude al corazón, pues he inventado una nueva forma de sentir. Escribir para poder hablar, para poder sentir, para poder recordar y una vez más sentirme en mi… el problema de todo esto, es que me han vendido los caramelos de lo bien y el apoyo que recibo, pero ese apoyo, no está bien dirigido. La «familia» o esos amigos, no están aquí, sino en eso que hago.
He ganado un mayor silencio, no sé si de paz o de turbulencias. pero sé que soy yo, con todo lo bueno y lo malo.
Aunque «donde estoy»… no me quieren.
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