Otro angustiado día a regresado con un momento de lluvias y tormentas. Me fastidia que aunque solo un rato no deje de llover para que pueda hacer ejercicio y en cambio, a la que veo un claro, ya me salgo a la calle para tomarme un café o dar una vuelta y hacer fotos. Es de ley que cuando estoy mal, venga a mi esas personas a las que les digo «Hoy no es un día bueno» que piensen que todos mis días son malos. Claro, no les muestro estos días en los que estoy alegre. Pero, si mal no recuerdo, cuando uno es feliz, todo el mundo se cuestiona el por qué, y hasta se dicen que no puede ser cierto tanta alegría. Por otro lado, si estás triste, corres el riesgo de que te tachen de depresivo, negativo o falto de sal. Para otros muchos, la aguafiestas, el hazmerreír para otros tantos que ya solo se pasan por tu vera para ver cual has dicho más gorda. Comparaciones y discusiones varias. No hace falta ser muy listo para saber que hablan de ti mal.
A estos días he vuelto hablar con mi amiga, tomamos largos descansos sin hablarnos, pero ésta vez me dio, sentí, que ella estaba enfadada conmigo, y supe entonces que ella comenzaría una nueva vida sin mi. Y así ha sido, aunque ella me hable, siento que me habla por pena, por no quedar mal, al fin al cabo, nadie ve mis luchas, mis logros y mis esfuerzos, solo ven mi queja. Ella me conoce muy bien, adoro que ella siempre habla de todo tipo de cosas, y yo… yo me contengo. Por escucharla, un poco por no parecer egoísta y otro poco porque me parece que lo que me ocurre no es interesante para ella. Otras, porque no ha ocurrido nada en mi vida. En lo que va de años, me han ocurrido tantas cosas que con la única persona que he podido hablar de todo ello, me ha dejado que me exprese, que lo soltara todo y entonces sí, yo le he preguntado qué tal estaba. Fue una conversación amena en la que todo fluía y no era forzado ni por conveniencia. Y es que la mayor parte del tiempo, escucho, nunca cuento lo que me ocurre, lo que siento o lo que me hace feliz. Siempre estoy callada. A veces creo que me he quedado sorda. Más incluso que cuando me dañé el oído. A todo esto, en mi visita al médico por mi lesión, la enfermera me hacía preguntas y no la oía debido a mi sordera. Y es por eso que no quedo, en parte, con nadie.
Los días que ha hecho sol, me han gustado muchísimo. Anhelé con fuerza la cámara fotográfica porque enmarca todo lo bello que ven mis ojos, todo es una gran postal navideña, todo es digno de ver revisar y admirar con embeleso. Es por eso que en este pueblo al que acudo mucho, No he parado de pensar en estos días, en ésta imagen…

Reconozco que aun tengo que aprender mucho con la cámara, en la plaza a tan solo unos metros, está la librería la teranyina, a la derecha y hacia la izquierda, está la nueva biblioteca a la que tengo ganas de entrar y hacerme socia. Es grandiosa, inmensa y me causa muchísima curiosidad. Además, necesito consultar algunos libros y buscar una información, no sé si podré hacerme socia debido al problema que tuve en mi pueblo por culpa de una mudanza, en referencia a la biblioteca de mi pueblo. Que con eso, va la cosa. Pero bueno, si no pudiera arreglarlo, pues tocara ajo y agua.
Ésta es la biblioteca…

El solo mero hecho de pasear por esto pueblo ya me da alegría, le atraviesa el riu ripoll y tiene más tiendas y librerías que en mi pueblo. No es por nada, pero hacen falta comercios culturales para los jóvenes y adultos. Hasta para hacer un club de lectura, hay que irse a la librería del pueblo de al lado. Y el único cine que había lo han derrocado con la llegada de la situación. Ya llevaban tiempo con la amenaza de que lo iban a cerrar, finalmente el boom inmobiliario y el dinero lo han hecho posible, ¡Adiós al cine! Notesé el sarcasmo.

Los lugares que muestran escondidos algo, un evento, una festividad o una forma de vestir las calles, le dan a lugar un encanto digno de revista. Que la tiene y tiene sus seguidores. Pero aquí, vago por la fantasía, prefiero imaginar. Sentir el frío y verme por las calles maravillada tanto en luces cómo en vegetación… Y es que Cerdanyola del Vallès tiene de las dos cosas, ciudad y naturaleza. Hay un gran parque que aun no he acabado de descubrir, pero no es el del turonet, es otro que queda más lejos. Para ir allí hay un buen camino. En realidad demasiado cómo para hacer ruta. Pero quien sabe, quizá lo haga y a la vuelta vuelva en bus. No me tentéis jeje!!

No sé, era un día gris, ya anunciaba el mal tiempo venidero pero aprovechabamos esos rayitos tímidos para poder pasear un poco más hasta llegar al frío que ahora estamos viviendo.
Ese día estuve muy contenta, eufórica y al mismo tiempo deseosa de tener un poco más de dinero para comprar más pilas para la cámara. Qué se le va hacer, no se carga cómo lo móviles… xD
Creo que si hubiera llovido, no me hubiera importado, estaba demasiado contenta. Aunque no sé, andar una hora bajo la lluvia si el bus no llega… mucha gracia no creo que me hiciera.
En fin, por la calle todo parecía cómo el silencio que se forma antes de cantar cumpleaños feliz a alguien, por la alegría de los farolillos, pero aun queda un poco para que os enseñe cuales son los adornos que han elegido, para vestir la noche.
En definitiva, quiero hablar, hablar de todo lo que me ocurre, de todo lo que me pasa, de las cosas alegres y no tan alegres, a veces, me gustaría poder hablar con alguien y soltar toda mi mierda, sin miedo a tener que sentirme culpable por si luego no me vuelva a hablar, porque me pregunto ¿Le habré asustado? ¿Y si esa persona también tiene un mal día? Vaya dos si nos ponemos a contarnos los problemas y no encontramos solución… Al menos, me gustaría que fuéramos la una a la otra útiles para poder motivarnos, sentirnos libres de contar tonterías, cosas importantes y no tan importantes, pero el apoyo… eso está sobrevalorado.
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