Diario: Clavado

¡BIENVENIDOS A HISTORIAS CON «K»!

Entre más te pienso, más se va acercando al corazón y entre más nos hablamos, más nos acercamos el uno al otro para entender la inmensidad que nos embarga…

Sin embargo, te pienso y me amedranto, por lo que se ha clavado y por lo que está por llegar…

-EN ESTE PENSAR Y REPENSAR, MÁS TE SIENTO, MÁS ME ACERCO Y ME ALEJO…-

18/08/2021

Te pienso, te anhelo, te rasgo y te gasto en mis sueños de tanto nombrarte

Tengo miedo , pero también quiero arriesgarme.

Me agobia tanto romanticismo, siento que pronto acabará y todo se desvanecerá, cómo los sueños que tengo contigo. En ellos, estamos juntos y tu voz ya no es lejana, te abrazo, puedo sentirlo… el placer de entrecruzar nuestras manos serías el enlace perfecto sin pensamientos ni pretensión de nada más.

Miro tu foto, escucho tus audios, me he dado un tiempo para pensarte, para anhelarte en mi corazón y me duele no hablarte porque lo que comenzó cómo una broma y ahora, estamos sintiendo en este tanto en tan poco tiempo y en tan poco espacio, tan inmenso.. te echo de menos, para la distancia que nos separa . Y es que a pesar del miedo atroz al compromiso, siento que te has clavado en mi corazón además de quedarte a vivir en este baile de palabras, ¡ES UNA LOCURA!

Sentimos este amor por arte y misterio de la casualidad y sin embargo, tengo miedo a caer; porque tu has elevado el sentirse especial a la categoría del «Todos los días». Me angustia la rapidez con la que te llevo impregnado en todo lo que hago.

No nos hemos discutido , somos dos almas que queremos sentimientos , risas, sin ninguna otra intromisión pero es que…

SE ME HA CLAVADO UN ‘TE QUIERO’ Y YO… YO NO SÉ

19:00h

QUIERO ECHARTE DE MENOS, pero no de ésta manera… ¿Es locura o insensatez?
El dejarnos de hablar no fue buena idea, siento que te voy a perder y lo que un día comenzó se esfumará por el paso de los días que van quedando atrás. porque lo que pronto empieza…

PRONTO ACABA…

…Y ESE ‘TE QUIERO’ LO LLEVO TAN DENTRO DE MI, QUE NO QUIERO QUEDARMELO PARA MI…

FIN.

Historias con «K»

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