Dibu-relato: El Cajón de los Garabatos

Buenas a todos,

En especial a mis asiduas.

Muchos sabéis que suelo publicar martes y jueves pero lo cierto es que ésta semana la tenido bastante complicada.

Por si fuera poco, la semana se nos ha presentado llena de unos días en los que el tiempo no se decidía en si llover o no. Pues ha llovido y base de bien. Y no sé si fue por el cambio de hora o por lo mal que he llegado a dormir, pero me encontraba fatal: Cansada, con sueño, algo ida y con la cabeza como embotada. A todo esto se ha sumado el dolor de cabeza y los últimos días de regla. (Lo tienes todo nena! toma ya!) yo, os habría dejado un poco para vosotras, que todo para mi, es mucho. Pero he sido una ansia viva y me lo he quedado todo para mi.

El sueño. Si de algo puedo hablar es de los momentos de mucho sueño, ese pegajoso, que no se quita, que no te deja en paz y de la ingesta de café e incluso te para sobre llevar la semana. ¿Ha hecho algo? Nada. Absolutamente nada. Así que si has estado tomando café para llevar mejor la semana te habrás sentido engañada. ¿Qué el café te anima? en este caso, os voy a decir que no lo conseguí y cuando se trata de coger sueño, lo cojo todo. Así que ya me veis con un sueño increible, y a las doce de la noche leyendo. (Sarna con gusto no pica jeje) Lo evidente eran mis ojeras. fue algo así cómo…

Dibujo propio historiasconk

Más o menos así. Con la taza de café, las ojeras y la bata que si bien es llamativa, lo es también de calentita. Mis esfuerzos por permanecer calentita fueron de buen plato, pero nadie me podría haber salvado de las ojeras y por conseguiente, no poder escribir debido a mi ojo. Sí chicas, me picaba el ojo a fuego. Aquello era un hervidero. La tensión me subió a 130 (no es broma) y tenía los ojos rojos. Algo así como una vampirina con los ojos inyectados en rojo. No me aguantaba, era horrible, por más que intentaba permanecer con los ojos abiertos, llegué a parpadear, tropecientas mil veces. Y no, no le guiñaba el ojo al médico, ni al segurata de la entrada de urgencias… ¿Qué habrán pensado de mi? Pues no lo sé pero poco me importaba con el escozor y picor que tenía.

En la sala de urgencias, suelo ser calmada, pero te juro que despues de casi dos horas esperando, ya me daba igual todo. Resoplaba, me quejaba, me levantaba, maldecía y aun seguíamos ahí aglutinados esperando, y la gente seguía llenando las salas pero nada, no nos tocaba a nosotros. Decidimos ir a la farmacia y comprar un botecito de esos para los ojos, sí, un colirio. El alivio fue instantaneo.

A la mañana siguiente, ya solo tenía que mirarme al espejo y ver que … ¡Tenía los hinchados! evidentemente, me he dado cuenta que lo que tengo es conjuntivitis. Ya no me escuece pero chicas, creo que todo ha ido para mi solita… ¡Agonía! ¡Ansia viva!

Despues de una noche de lloreras por el dolor y escozor. He amanecido con los ojos libres de picor y con una calma, algo sospechosa. Pero que queréis que os diga, estoy mucho mejor y una calma después de todo lo de ayer, con el chaparrón incluido, lo prefiero.

El panorama es que sigo con sueño, con más ojeras, los ojos hinchados pero feliz. Feliz de no sentir ese mal estar.

Es curioso, pero cuando pasamos por ese estado irritable y molesto, y de pronto llega la calma … es glorioso.

Ah! a todo esto, resulta que también se me estropeó la vitro, la cafetera y el ordenador. ¡Vaya pastel!

Pero como dice una canción de Buika, «Estoy jodida, pero contenta»

(Espero poder retomar las entradas esta semana, asi que… gracias por leerme y nos vemos pronto)

HISTORIAS CON «K»

Publicado por historiasconk

Soy Blogger desde hace algunos años en: El Rincón de Keren y me vuelvo a reivindicar con este nuevo blog, más personal.

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