Relato: "Apaga la luz."

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Imagen extraída Google
(Editada)

Abrió la puerta. Vió como la luz de la lámpara iluminaba el escritorio. Aquello podría ser algo usual si no fuera porque antes de haber salido de casa, hubo apagado todas las luces del hogar. Podría, incluso, decirse que era extraño, pero en lugar de eso o de preguntarse si por casualidad alguien había entrado en su casa, optó por pensar que, simplemente, se le habría olvidado. 
Dejó la bolsa junto a la puerta e hizo lo habitual: Ducharse, ponerse el pijama y la bata, sacar el cartón de leche que, aunque creía no haber comprado, se sirvió en un vaso junto con unas galletas, también de dudosa presencia en la cocina, pero que no le dió muchas vueltas, y se acomodó en el sofá a descansar mientras el noticiario documentaba todos los terribles sucesos del día. Ingiere una galleta y llega un mensaje de texto al móvil:
«Apaga la luz»
El mensaje no tiene destinatario y dadas las horas que eran, no podía, o por el contrario, no debía llamar a nadie. Le resultaba muy extraño que no apareciera nada en el mensaje. ¿Tendría eso algo que ver con la razón de que al llegar a casa estuviera la luz del escritorio encendida? 
Como no podía averiguar nada en ese preciso momento, optó por quitárselo de la cabeza y marcharse a la cama, una vez hubo terminado con las galletas. 
A la mañana siguiente, todas las luces del piso estaban encendidas. Como si alguien hubiera estado merodeando por el pequeño piso. Al echar un vistazo rápido y comprobar que, efectivamente, no había nadie , apagó todas las luces a su paso y recordó que le había dado las llaves a su hermana si pasaba algo. Entonces pensó que quizás ella estuvo allí anoche y hizo su iluminada visita en busca de algo, o lo que quiera que fuera. <> pensó para sus adentros Will. <>Un tembleque se apoderó de él debido al nerviosismo. Se dirigió al baño, abrió el botiquín y extrajo de la maraña de medicamentos un tranquilizante. Lo ingirió acompañado de un vaso de agua y se atavió para ir al trabajo después de desayunar y ,por supuesto, comprobar que todas las luces estaban apagadas. Echó el cerrojo y por el camino llamó a su hermana para averiguar si había estado en su casa pero esta, le negó tal cosa. 
Al llegar esa noche del trabajo y ya en el interior del piso, otra vez, descubrió de nuevo las luces encendidas. Pero ¿Cómo podía ser? Otra vez al recorrer las habitaciones las lámparas estaban encendidas. Silencio. Recorre el piso en busca de indicios extraños. Nada. No hay nada ni nadie. Suena el móvil. Pega un bote del sobresalto y sin poder evitarlo choca contra la pared con la mano en el pecho. 
Harto, o más bien acojonado, decide llamar a sus contactos para intentar averiguar si por esas casualidades saben algo. Las esperanzas son nulas, pues nadie sabe nada y tampoco han visto nada raro en estos días. Llama a su madre pero no le coge el teléfono. Entre rabia y miedo decide llamar a la policía, pero se para en seco y piensa «¿Qué les diría? todo estaba en su sitio, no faltaba nada» Pensó en la probabilidad de que no le tomaran en serio, o aún peor, creerían que estaba loco.
Decide tomarse un diazepan por la ansiedad que le provoca la situación y un potente tranquilizante para conseguir pegar ojo esa noche, pues estaba al borde del ataque. 
 Seguro de haber apagado las luces, y hacer lo habitual al llegar a casa, se echó en la cama. Miró el reloj.Las doce de la noche. Se echó para un lado con intención de acomodarse y facilitar el sueño. Después hacia el otro. Y se sumió en un profundo sueño. 
Se oye un estruendo en el interior del piso, por lo que le obliga a abrir los ojos como puede, pero las pastillas hacen su cometido y lo devuelven a sus sueños más profundos. 
A la mañana siguiente, sus ojos se abren de par en par. Se levanta con cuidado, se dirige hacia el pasillo los más recto que le permite el sueño y se lanza hacia la cocina.En ella halla una chaqueta. 
<> Se dice por lo bajini, aunque en realidad lo que está tan muerto de miedo, como un cachorrillo en casa ajena.
Will coge el palo de la fregona y ante él, el desafiante pasillo con las puertas de las habitaciones abiertas. Se asoma a la primera habitacion. Nada. No hay nadie. Se asoma a la segunda. Nada. Su respiración es entrecortada ahora. Se gira para comprobar que no hay nadie detrás suyo. Oye un ruido que proviene del comedor, se arma de valor y sale corriendo y suelta un: 
– ¡¡¡Ya te tengo cabronazo!!!
Cuando descubre en el comedor a la persona que tantos nervios le ha causado, se fija mejor , y ve un tupper en la mano y una bolsa llena, en el sofá, y lo que parecen ser magdalenas en la mesita y como no, la luz encendida, a pesar de que eran ya las diez de la mañana… era su madre. 
– ¡¿Mamá?! ¿Eres tú?
-¡Pues claro hijo! ¿qué cosas dices? anda, siéntate aquí conmigo a ver el televisor y comer magdalenas.
-¿Entonces?
-¿Entonces qué?
-¿Tú eres la que ha estado dejando las luces encendidas estos días?- Pregunta como con los ojos que se le van a salir de las órbitas
– ¡Ah! Como no venías a comer a casa estos días… venía y te dejaba comida preparada en los armarios y se me olvidaba apagar las luces después de darle un repaso a tu casa ¿No limpias Will o qué?
– Ahora entiendo lo del mensaje. ¿Fuiste tú no?
-¿Qué mensaje? Ah! ya… hijo yo no se como van etas nuevas tecnologías…
-¿Comprendes que me has dado un susto de muerte?
– ¡Ay hijo! solo quería que comieras como dios manda

Will quedó atonito de todo lo que había armado ella solita. La miró, la abrazó y pensó <>.

©El Rincón de Keren

Publicado por historiasconk

Soy Blogger desde hace algunos años en: El Rincón de Keren y me vuelvo a reivindicar con este nuevo blog, más personal.

12 comentarios sobre “Relato: "Apaga la luz."

  1. Bueno Keren, has creado un magnífico suspense enganchando al lector hasta la resolución final. De todo había pensado, vecinos, espíritus, ladrones, mujer despechada, pero no en la madre ;-)Muy bueno.Abrazos y feliz comienzo de semana.

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  2. Madre mía qué tensión jajajaj Me ha encantado la intriga que genera, te mantiene enganchado hasta el final!! Yo me habría ido de casa mucho antes, porque del miedo no hay diazepan que me haga dormir jajaUn besote guapa, me ha encantado :))

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  3. Hola, Keren. Has logrado engancharme mientras ha durado el largo suspense, que has sabido mantener hasta el final. Incluso de llegado a pensar en algo paranormal, jeje.¡Vaya madre! Supongo que, efectivamente, fue ella quien le envió el mensaje, porque si no…Un abrazo.

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  4. Hola Josep Mª,Quizás la madre no debía de ser pero algo de chispa graciosa si que te habrá dado, (Imagino) . Celebro haber conseguido el suspense que me comentas. Todo un logro viniendo de mi. jeje! Te agradezco tu visita y te doy la bienvenida a mi pequeño rincón. Abrazos!!

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  5. ¡Hola Keren!Me has tenido en suspense con esas luces.. has creado un ambiente de miradas, de sospechas.. me ha encantado.Menos mal que al final lo cotidiano y lo más normal del mundo nos ha relajado a todos… y esa madre maravillosa nos ha hecho sonreír.Un abrazo grande querida Keren.

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  6. ¡Hola Xus!Me encanta que haya logrado hacerte reír, es algo que me gusta mucho. Y es difícil arrancar risas. No suelo hacer suspense, pero parece que ha gustado. Gracias por tu tiempo. Abrazo grande para ti también, Xus.

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  7. Las cosas no siempre son lo que parecen, desde luego. En tu relato la confusión está servida por una serie de casualidades. ¡Menos mal que se trata solo de su madre con la mejor de las intenciones!Buen relato, Keren, nos mantienes en suspenso hasta el final, cuando suspiramos de puro alivio.¡Un abrazo!

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  8. Hola Julia C. Cierto, quería despistar al lector y que sacara sus propias conclusiones pero si que es cierto que el final hace respirar de alivio con cierto aire divertido. Lo verdad es que tenía un final alternativo. ¡Abrazos! y gracias por tu aportación, siempre bien recibida.

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