Acusación apresurada

Acusación apresurada. «Rojo yo» Soy las estelas de un mar de deseo que se interrumpen con.el alma quebrada por lo que se supone que un día debería ser. Bien, ya no me acusa la prisa ni la ansía cuando mis piernas pueden correr o caminar, cuando mis pulmones pueden expandirse o puedo diferenciar colores .

Un nuevo amanecer

La vida trae consigo retales de momentos que fluyen alrededor sin que nos demos cuenta: estamos de prestados. Y la muerte, es nuestro seguidor fiel. No confío en aquello que no es parte de la naturaleza que hace la idiosincrasia del ser humano, en fallo y correccion. Se puede errar y se puede aprender. Lo

La calle de la concordia – Relato

Una luz cegadora irrumpió de camino a su casa. Aquel ser le dijo, «La catástrofe llegará después de contarlo» aquel ser de visión borrosa debido a la niebla le había dado una pista en la calle de la concordia a eso de las ocho de la noche, por lo que ni habiendo bebido ni gota,

La señal inequívoca – relato reflexivo

Cavilando, anduvo sin rumbo sin saber hacia dónde dirigirse, Daniel la había hecho hacer algo que no quería o que no esperaba entrar en sus planes. Se sentó en un banco, mirando al vacío entre la multitud y el vaivén de los turistas. -Pareces preocupa… -dijo una voz grave al tiempo que se giró para