Buenas, mis asiduas/os !!
Os dejo otro tema más para reflexionar y repensar.
Ella, que había decidido arreeglarse, se duchó, se lavó el cabello, masageándolo, se había frotado todo el cuerpo, se había secado, se había aplicado crema hidratante en el cuerpo, y en el rostro, se había peinado el cabello con el peine de puas y luego se lo había cepillado, se había echado desodorante, se habbía cepillado los dientes, se puso su mejor blusa con un escote sugerente, pero modesto; unos pantalones tejanos, pero ceñidos; unos pendientes grandes y un pañuelo en la cabeza para acentuar ese ‘Afro’; Maquillaje con brilli brilli, dorados, base raya del ojo y rabillo. mascarilla, pero sobre todo ese perfume que la hacían la mujer más imponente de su casa. El caso, era que se sentía la más guapa, y prueba de ello fue que al final optó por ponerse unos moños que le hacían una apariencia más aniñada pero sin dejar de ser su cabello rizado y Afro.
Su esencia brillaba, caminaba por las calles con la seguridad que la que ella siempre había tenido. De hecho, ella la tiene. Ella es tenaz, perseverante, luchadora y muy resistente a todo lo que se pueda venir encima. Pero nada la iba a preparar para lo que iba suceder en aquel día soleado, lleno de posibilidades, de fuerza interior, y de toda la seguridad que ella entallaba en un cuerpo que más quisieran algunas. Lo cierto era que salir por las calles de Barcelona o de Madrid siempre habían sido algo caóticas. Aunque a ella le gustaba el alboroto de la calle, los coches, la algarabía y los distintos establecimientos que se devenían en un día de camino a la cafetería.
Aquel día, seguramente, era la mujer más guapa que ella podía imaginarse: Negra, bajita, con unos labios carnosos, ojos grandes y marrones, mejillas rechonchas, cuerpo relleno, y una luz interior inqubrantable. El maquillaje, suave, pero elegido precisamente, por los colores de aquel invierno, aguraban una quedada de lo más divertida y alegre con las amigas, entre copa y risas pero , en el metro, alguien iba a causarle alguna angustia si cabe.
Ella, se había llevado a los oídos los cascos, eschando a joyboby , p-square , Timaya y otros muchos artistas en auge, y aquel hombre, sentado a su lado, no paraba de hacer gestos incomodos mientras la miraba y hacia muecas desagradables justo a su lado. Una mujer le había mirado de arriba abajo, la había apartado la mirada, y un chico se había colado gracias a su tiquet de metro cosa que le causó algo de apuro. Con un sabor agrio, no dejó que aquello la desanimara. Pero aquel hombre, no dejaba de hacer comentarios tales cómo «Hasta aquí podríamos llegar. Negros por todas partes» ella subió el volumen de los auriculares y este, no contento con ello, le descolgó el auricular para decirle «Negra! vete a tú país» «Vaya tufo que echa la negra…» se oían por los alrededores…
Ella, que no se calló, le dijo que estaba en su tierra que quizá él tendría que irse a marruecos. Los incómodos sucesos fueron elevando los decibelios, la tensión subía … hasta que llegó a su parada, y el hombre, impotente, le dijo: ¡Viva España! ella se puso de cara a él , y le mostró su mejor sonrisa de oreja a oreja.
En su mente y corazón, sabía que había actuado cómo ella mejor había sabido. Pero en su interior, un abrasador e incomodo pesar le recordaba que , aquello era el pan de cada día.
Al reunirse con Kiara, Katia y Karol , todas ellas negras, se rieron, hablaron sobre lo sucedido en la cocina de casa de Kiara y luego, se fueron de copas, y lo concluyeron que:
Habría días que lo llevarían mejor, y otros, que no tan bien. Pero, todas ellas conferian en que , los que se tienen que acostumbrar a ellas, son ellos.
GRACIAS A POR LEER,
¿TÚ QUÉ OPINAS?
HISTORIAS CON «K»
Historias con "K" 