Te he estado observando. Te doy un repaso. Descubro y desenfundó mis apetencias pero me freno en busca del aroma que desprendes entre silencios mudos.
Te pavoneas sobre la mesa con tus rojos exhuberates , tus esponjosos labios a los míos y tú cuerpo tostado.
Me envuelve tu olor a fresa, néctar directo a mis sentidos, te sigo acercándote a mis labios mientras te observo silente ¿No vas a decir nada?
Mi ferviente deseo acrecienta mis ganas de morderte: y lo hago.
Te siento en mis papilas , y una oleada explosiva , endulza los extremos de mi lengua ya empapada de tu sabor. Se dilatan mis pupilas y mi expresión de sorpresa me envuelve en un desesperado intento por seguir desgustándote pero me freno. Pienso en cómo sería verte vestido de noche , en un sofá caliente ,música relajada y un vaso de café. Decidido: Te voy a comer a bocaditos intentando demorar tu marcha todo lo posible. Recordando tu esencia , todo el sabor que he encontrado en una tarde de relax ,intentando, deshacerte en mi interior. Olvidando que mi deseo te hará morir en mi boca.
Que es un bizcocho, mentes sucias…
HISTORIAS CON «K»
Historias con "K" 
En los ochenta se decía “mojar el bizcocho”… es decir un “pan dulce” remojado en leche o café mentes sucias!!!
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Jajaja me estoy riendo pero sí. Lo he oído a mis primos. Jajaja gracias me hacía falta reír.
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Reír es tan sano como mojar el bizcocho.
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