Queridas asiduas,
Cada vez sois más. Y con más más mujeres y más lecturas.
Este es mi escrito de un jueves 4 de Octubre:
No estoy siendo la misma. Esa que en un impulso, hace y deshace. Despreocupa, con el cabello alborotado. No estoy siendo como a mí me gusta pero si haciendo las cosas que a mí me gustan.
Soy impulsiva, inquieta, al mismo tiempo tímida , pero sin embargo hago mucho por cambiarlo. En momentos de crisis,soy capaz de apartar mi dolor para escuchar el del otro, cambio ahogos solitarios por sonrisas de impulso, intentando repudiar a los ‘no puedo’ .
He tenido ganas de marcharme, de no volver a mí otra cuenta. «No lo haces bien » la respuesta a mis escritos. Y cosas más gordas. Pero aquí sigo, dando sin saber. A veces parece que en esta vida alejada de la niñez la bondad ya no es cabida para la adultez y uno no sabe si está dando palos de ciego. Pero de nada sirve un comentario si tú/yo no te la crees.
Tengo buenas sensaciones con mis textos. Pero es cierto que, una puede escribir y no hacerlo bien. ¿Disfrutas? ¿Haces por aprender cada día? Sí y sí. Pero demostrarlo sería estar dando explicaciones a gente que no valora lo que haces.
Soy consciente de que todos somos mentes distintas. Nadie piensa igual que el otro (aunque intenten hacernos creer que sí) y es por eso que aunque me ahogo en mis caminos por este parón y el otro, siempre me digo que tengo que seguir. Sin embargo,lo que sale de mi boca es lo contrario.
Escribo por diversión, quizás me puede el hacer reflexionar ,ayudar o divertir ,e incluso hacer sentir algo,remover el interior. No sé si lo consigo.
Escribo esto a modo de reflexión y lo que voy a decir lo llevo en mi cabeza desde hace mucho tiempo pero si no lo digo, rebiendo:
Todos aquellos estudiosos, que en su niñez se metían con ellos por su nivel cultural , porque gozaban /gozan de conocimientos ¿Ya no recuerdan cómo les hacían sentir? Nadie nace sabiendo. Nadie es perfecto. Y un comentario lo puede hacer cualquier persona, claro. Pero cuidado, eso no da derecho a amarrarte ,coger tu trabajo y hacerlo una ,perdón por la expresión, una mierda.
Recuerden la crítica constructiva, recuerden el cariño que se les ha concedido. Soy de las que piensa que con honestidad, humildad y siendo justos todo se puede decir. Con las buenas palabras que conocemos.
Otorgar un post a esto es humillante para mí. Porque no todos aceptan las críticas bien. Por eso , lo de las buenas palabras. Por eso, lo siento por que quizás esa voz callada , se ahorra el decirte con malas palabras «lo haces mal» sin intentar que saques lo mejor de ti. Y es que, todos tenemos una motivación y somos buenos en algo.
Humillar no es de cultos. No es superior ,y mucho menos estiloso. Por muy buenas palabras que uses.
Mañana escribiré la última entrada de EL RINCÓN DE KEREN de la semana. Si no lo conocías sepas que no voy a parar. Me gusta escribir.
HISTORIAS CON «K»