Recuerdo de niña.

Recuerdo que ser niña era solo subir al balancín. Subir y bajar era algo que a todas las niñas les puede encantar. Si de trepar se trataba pues se trepaba, y ¿Qué hay de los columpios? empujar al que esta en el sillín era tan divertido cómo el que estaba en el sillín. Correr, renegar por la merienda, aunque para ser justos, fui una niña que si le decías que se estuviera quieta, lo estaba pero ¿quién no se anima con los demás niños a la gresca?

Pronto acuden los ejercicios de verano, las vacaciones y papá y mamá preparan una vacaciones de lo lindo para que podamos pasarlo en grande. Cuantas risas han surgido de modo natural y espontáneo… lo bueno de aquellos días era que la casa olía de tal manera que hacía que uno quisiera regresar al hogar. Ya fuera para almorzar y por que al llegar a esa edad tan dura, la adolescencia, quisieras espachurrarte en el sofá para intentar lidiar esa resaca que mi madre olía a kilómetros aun habiéndole dicho que no has bebido nada, que en términos exactos era: ¨Nada que ella no conozca¨

Sin darte cuenta a los diez y seis con los cambios y los dichosos granitos brotando, resultan los más vividos, los más soñados y los más queridos en su locura.

Ser niña no solo es poder ponerse una falda, es descubrir que eres buena en algo, que te puedes matar a trabajar mucho y aun con todo, no dar frutos a un trabajo en un restaurante de comida rápida, (El primer trabajo da mucho para contar) , ser niña es descubrir que puedes gustar también con pantalones, ser niña es descubrir que los peligros están ahí puesto que sin saberlo y casi a regañadientes tu madre te dice que no te subas al coche de un desconocido. Quizás también es compartir entre amigas con las que veraneas que no eres tan rara, tal vez, comprendas que hay alguien que comprende tus rarezas… que habrá canciones que te recuerden a esas amigas de antaño en la discoteca, es esconderse en casa de tu amiga para que no te pillen una mentira, trastear con el maquillaje (aunque ahora sepas que no tenías ni puta idea de lo que era la sutileza), Ser niña es sentirte protegida por tus primos mayores y no comprenderlo hasta que creces un poco… Y entre medio de eso comprendes que el amor duele y que a veces puede ser tan intenso que puede ahogar.

Nunca dijimos que ser niña fuera de colores, ni de muñecas pero lo que está claro es que siempre hay algo por lo que velar.

P.D.: A mi niña de ayer que a veces olvida que todo fue de una manera para que la recordara con mala memoria a las malas situaciones.

Gracias por vuestra lectura.

Historias con ¨K¨