No más allá de un bebé… ese acto, siendo el más sincero y natural en él y sin embargo se le asomaba en forma de lágrimas y extrañeza un: ¿Dónde estoy? o ¿Qué hacemos aquí? podrían ser las palabras de un niño en otra ciudad, de un despertar deshilado, pero nada tan lejos de que busca el adulto.

Es tan real como la vida misma, Keren.
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Hola Enrique,
Así es, es real. Escribo con lo que veo, siento o anhelo.Un saludo !!
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