Siempre he creído que el armario de una mujer, refleja la economía que hay en la casa. Si ésta tiene muchos vestidos, zapatos, camisetas y vaqueros es que la economía no es que vaya mal precisamente.
Con los años, te vas dando cuenta que no siempre puedes hacer caso a la visa y comprarte esos zapatos que tanto te gustan , ese vestido que haría juego con los zapatos que ya tienes y claro que con las gangas que hay en día se puede y de hecho una vez al mes y porque no hace daño.
Las salidas suelen ser más de lo mismo. No siempre se puede estar de tapita y cerveceo pero más de uno lo hace con esto de los blogs que de más de uno se habrá quitado de algún apuro y bien por ellos, oye. Yo, siempre estoy mal de pasta y cuando tengo que mirar y estirar hasta que me quede como hilo de cobre ajjajajaja no hay nada como una buena catalana. ¿No? (como el chiste pero más que agarrada, miro en que me lo gasto)
No hay más que ver mi armario, tan solo algunas prendas para salir y mucho de estar por casa. Y eso que suelo salir bastante pero vamos a retroceder unos instantes al armario de otra persona.
«Año 90, los pantalones de campana como una ola se vuelven a colar en mi armario con apenas entrar en la adolescencia y como si no tuviera suficiente, el cajón está repleto de tops de todos los colores posibles, algunos pantalones y los, ahora tan conocidos, piratas o también los de pitillo. Apenas uso pendientes por esa época pero sin embargo, muchas pulseras, anillos y collares. Y complementos varios como pañuelos y gorros. No contenta con ello, me dirijo al armario de mi madre y es como estar en el armario de una modelo, le cojo el abrigo de piel, me lo pruebo, cojo sus pantalones blancos que tanto me fascinan. Hay vestidos, zapatos, y sobretodo cinturones. Sus pulseras me vuelven loca, solo los miro por miedo a perder alguna. Pero el abrigo de piel, me lo llevo conmigo y también los pantalones tan chulos. De hecho tenemos apenas 20 años de diferencia pero la ropa nos vale tanto para una como para otra. Me maquillo, o lo que creo yo que es maquillar a esa edad de 16 años y me voy toda feliz como unas pascuas con las compañeras del instituto a dar una vuelta.
Lo que eran los noventa y lo bien que me sentaba la ropa. No obstante, ahora los años me han pasado factura así como la vida de casada, que se suele decir, porque ahora tengo panza, mofletes, los bracetes que ni pensar que alguna vez los tendría y una talla 100 de sujetador que ¿quién me iba decir a mí, con 20 años con lo plana que estaba que iba a usar esta talla?
La ropa refleja nuestro estado de ánimo y nuestra economía evidentemente pero bueno, no obstante creo que por vestir de negro no es que estés siempre triste y mucho menos si estas gorda debes de estarlo de igual manera. Clichés que se suelen hacer pero yendo al meollo de la cuestión, el armario y vestuario de una mujer son indicadores clave para saber si hay fondos o no.
¿Y vosotr@s? ¿Creéis lo mismo?