Se miraba al espejo…

Cada mañana sonaba el despertador y ella venía a verla. Acariciándola con mimo, la despertaba con delicadeza, le susurraba al oído: – ya es la hora, levántate mi amor… Ella se incorporaba todas las mañanas de la cama y de un salto salía en dirección al armario. Observaba lo que quería ponerse, no sin antesSigue leyendo «Se miraba al espejo…»